Así son los nuevos
personajes que han aparecido en la política española. Comprendo que ahora, a
estas alturas, algunos socialistas se pongan estupendos y no quieran contagiarse
de la extrema izquierda, más demagoga, más populista y más revanchista... hasta
la nausea. Visten de revolución lo que no es más que una involución. Pero ese
es el poder de las palabras. Aaaahhh la derecha debe aprender a hablar más, y
no estar callados. Hablar y actuar son dos actos que deben darse a la vez.
Todos los días.Todas las palabras deben ser contestadas cada día. Todos los
hechos deben ser respondidos. Es la guerra.
Más madera. Pero eso es ahora, ya.
Desde el minuto cero
de la transición, la izquierda ha hecho intencionadamente la equiparación del PP con la ultraderecha (más aún, derechona, con ese desprecio que implica el palabro). En España está muy bien visto ser de ultra izquierda, pero de ultraderecha... amigo, eso si que no. Sangre. Pus. Podredumbre. También se hace ver su procedencia de Franco (la maldad por excelencia), de la dictadura (la peor, la más horrible de todos los tiempos
históricos) y por tanto hay que acabar con ellos, con esa lacra de la
humanidad. Sí, acabar con ellos. Repito: a ca bar. Y en las escuelas de verano, en los cursillitos
de preparación de sus líderes y mandos, en todas las oportunidades que han tenido, que
han sido todas, han transmitido a las nuevas generaciones esa idea. Jamás se ha
querido ver al partido de la derecha, el único partido nacional, como un
partido normal, democrático, de un tiempo nuevo para todos. Ellos, la izquierda,
venían, y siguen viniendo, no con un pan bajo el brazo, sino con el rencor, el odio y la consiguiente revancha. Ahora
me toca a mí, ahora os vais a enterar.
Con semejantes
mimbres es muy difícil, por no decir imposible, tejer en España una democracia
natural, normal, fluida, con políticos que piensen en el presente y el mañana, porque ellos
tienen mucho interés en seguir recordando el pasado, como si ellos en el pasado
hubieran sido todos criaturas celestiales. Me parece que no. A estas alturas,
la gente joven aun anda intentando... ¡la revancha de la guerra civil! Los nuevos
líderes vienen de familias de izquierda, y han heredado de sus familias ese
concepto. Que ya es heredar, oigan. En España el odio es hereditario. Y el odio
no paga a hacienda, por tanto me lo llevo todo y lo transmito a mis hijos... Y
así...
Y encima ocupan lugares
estratégicos en la enseñanza, y desde allí se convierten en reproductores de
odios que se suceden de generación en generación, llegando a convertirse en un
mérito para medrar en muchos campos de la educación y la política. No se ve, porque
no les interesa, a la derecha como una alternativa natural para muchos ciudadanos.
La derecha es una herida abierta, llena de sangre y pus, que huele a podrido, y
más que operar, hay que cortar. Simplemente cortar.
En ningún país del
mundo se hacen líneas rojas a ningún partido, se aparta como si fuesen
apestados a ningún partido.
Y todo esto,
sabiendo todos que no es más que pura falsedad. Detrás de las ideologías, se
encuentra la revancha, la ocasión de medrar, la pasta, el placer de sentirse
poderoso. Usted no sabe con quién está hablando. Y ahí tenemos a los esperpentos
que salen en la tv, alcaldes, alcalditos y alcaldesas, concejalitos y
concejalesas, todo tipo de mediocridades, crecidos desde su reciente sillón, despreciando
hasta llegar a la locura y el ridículo a una oposición acomplejada. ¡Que
representa a ciudadanos! ¿Tienen también que sentirse acomplejados y humillados
esos ciudadanos? ¡¿Los siete millones de personas que votaron al PP tienen que
sentirse mal por ello?!
Que esa es otra. Si
la izquierda sabe que no hay nada mejor que la propaganda para cambiar la sociedad,
la derecha tonta española, que debe tener personas inteligentes que sepan de esto,
no han hecho nada y han dejado correr la bola de nieve. Es el mal que ha hecho
Rajoy. Tal vez haya sido un buen administrador, estando donde estábamos y nos
dejó Zapatero I el Nefasto pero no ha actuado con valentía y con inteligencia. No
ha hecho política.Y la batalla de tus principios, en este solar, hay que darla todos los días. ¡Todos los días!
Porque ellos tienen muchos medios de comunicación y propaganda a su alcance,
muchos de ellos regalados por la derechas tonta. Y están infiltrados en todos,
todos, los estamentos de la sociedad, especialmente universitarios y en los medios.
Necesitamos una derecha sin complejos, y una
izquierda no basada en el odio, el rencor y la revancha. Todos democráticos, todos con la constitución, todos respetuosos con todos, y siguiendo camino, que se hace camino al andar, y
entre la soberbia de unos y el complejo de otros no caminamos más que para atrás.