jueves, 6 de marzo de 2014

Y EL FACEBOOK SE HIZO CARNE






     Un compañero profesor, cachondo él, amenaza a sus alumnos con sacar en su facebook las ocurrencias de los chicos de su clase.  Naturalmente es broma, todos los niños lo entienden así y se regocijan con el profe imaginando la situación. Cientos, tal vez miles de personas, enlazadas unos con otros podrían saber de la singular ocurrencia del sujeto en cuestión. Y es que todo el mundo sabe que el "face" es una ventana al mundo; es como esa ropa tendida en el balcón en los barrios populares y a través de las cuales se puede saber algunas intimidades de sus dueños. Cada día cientos de millones de personas comentan y exponen impúdicamente sus ideas, impresiones, pensamientos, deseos, se manifiestan a favor de esto o lo otro, apoyan tal o cual causa, admiran las fotos, los dibujos, conocen las necesidades de los demás, las penas y glorias de medio mundo y la comparten con el otro medio. 
       Aquello de la privacidad, la intimidad, ha pasado de moda. Hay quien contribuye con esta red de redes de manera profesional y hay quien lo hace por el simple gusto de manifestarse y compartir. Comunicarse o morir. Del "pienso, luego existo", hemos pasado a estoy en el "face", luego estoy vivo en este mundo. Soy. Además, todas las empresas dedicadas a conectar a la gente entre sí, te incitan continuamente a ello, te piden cada vez más y más datos personales, te ofrecen más ocasiones, te abren más puertas, te llevan a un mundo maravilloso que  te estás perdiendo, que no te lo pienses más oye, que ahora podrás decir, hacer, pensar, ser, coleccionar, compartir, existir...; donde estarás siempre conectado con tus amigos... ¿No es maravilloso? Es un cielo virtual, donde serás feliz y escribir muchos jajajajás, porque serás feliz siempre, y una felicidad compartida, que es la releche de la felicidad. Seguro que los ángeles tendrán su face y entre todos podremos estar eternamente comentando las curiosidades celestiales. Anoche Dios durmió con pijama a rayas. Zas, foto. Me gusta. Nada de aquella felicidad tontona de  estar contemplando la inmensidad de Dios. Que esto sí que mola tío. 
       Tienen de todos nosotros un dossier que ya quisiera para sí la policía. Lo saben todo de todos. A través de lo que te gusta o no, de las fotos que publicas, lo que dices, con quien te comunicas, cuántas horas dedicas a esa comunicación, cuántas veces al cabo del día, semana, mes año... Dónde estás en cada momento, qué lugares sueles visitar, qué tipo de películas ves, qué libros lees, qué artículos de periódicos o revistas, qué te preocupa o de qué te alegras... Incluso cual puede ser tu cultura o tu tendencia política. Por supuesto aficiones, gustos, manías... Ni Dios hubiese jamás inventado algo así para dominar al género humano sin haber colocado antes en "off" el botoncito de la libertad. Y cuántos sesudos pensadores y cuántos sensibles progresistas, tan amantes de la libertad habrían protestado entonces ante tal riguroso y conspicuo seguimiento. Y sin embargo nosotros solitos, y en nombre de la modernidad más moderna, o eso creo, con qué alegría nos entregamos en cada ocasión que se nos presenta y con qué entusiasmo a esa nueva religión universal que es la "Hermandad Universal del Face".UHF, que ya ves, amable lector, que no es un canal de frecuencias de TV sino esto que ya sabes. Así, hemos podido al fin hacer una RELIGION UNIVERSAL, viejo deseo de las religiones, sobre todo de las exclusivistas. Pues nasti de nasti. Ninguna de ellas nos vale ya. Ahora sí tenemos una realmente universal y que amamos todos los feligreses, que cada día somos más. Aquí sí que hay común unión.
       Y como cualquier religión que se precie, tiene sus misterios, sus dogmas y esas cosas que hacen que la religión sea una fuerza misteriosa, oculta al entendimiento pero sensible a las emociones. Aquí también tenemos una Trinidad: el Facebook, el Twitter y el Whatsapp. Esta es la nueva Trinidad que recoge y conduce todos nuestros actos en la vida. Ya no hace falta un "juicio final". A Dios le bastará con revisar estos tres estamentos comunicativos para saber de nosotros mucho más de lo que Él pensaba sopesar en su balanza. Lo tiene difícil, porque son muchos, pero que muchos, los datos.
       A mi entrañable Nora se le escapa esta necesidad tan repentina y fuerte de comunicación. Ella, claro, tiene su propio análisis.
       -Nunca como hasta ahora, con tantos medios de comunicación os habéis encontrado tan solos. Porque uno puede sentirse solo incluso en medio de la multitud. Además el mismo medio de comunicación que usáis para conectar con los demás es tan exigente con vosotros que casi se puede decir que es el auténtico intermediario entre cada uno de vosotros y la humanidad. Como una iglesia cualquiera. Ya sabes lo que se dice de los intermediarios.
       -Bueno, no te falta cierta razón, Nora. Desde que determinadas personas se ocultan tras las instituciones, corrompiéndolas y engañándonos, ya casi no creemos en nada, salvo estas pequeñas conversaciones que son el único aliciente que nos queda, aunque la mayoría sean conversaciones banales y hayamos hecho un mundo virtual paralelo al real. Es evidente que  la necesidad de creer se ha visto entorpecida por multitud de sucesos que están en memoria de todos. Así que lo único que tiene visos de autenticidad es el Face, el Twitter y el Whatssapp
       -Pues buen cambio habéis hecho. La realidad por la virtualidad.
       -Es que el mundo está cambiando tan rápido que necesitamos aumentar las relaciones entre nosotros para no sentir el frío de la soledad y el desamparo. El vacío, ya sabes, produce vértigo.
       -¿Ya no creéis en nada?
       -Prácticamente no. La justicia se quitó la venda y se desnudó, los banqueros destaparon el tarro de sus afanes, de los políticos ya... ni hablamos, lo médicos son más bien vendedores de medicinas, de las iglesias... qué te voy a contar. De los más altos dignatarios ya no se espera ejemplo alguno. Y digo yo que para qué los queremos pues. Que estamos solos, Nora, es un hecho. No se puede creer en nada ni en nadie. La falsedad, la mentira, el interés parcial o personal, la incoherencia, la demagogia, la hipocresía… Todo está dentro de esas características que la llamada justicia dice para los delitos gordos, gordos. A saber: premeditación, alevosía, nocturnidad y… mala leche. Ni la ley, ni los políticos, ni los banqueros, ni los curas, ni la policía… Nada ni nadie nos libra de que los ciudadanos estemos solos ante la avaricia, el egoísmo, la incoherencia y todos los males que nos desafectan como individuos sociales. Estamos solos ante todos ellos. Recuerda: el hombre es un lobo para el hombre. Así que no te extrañe que la soledad y el sentirnos desprotegidos nos lleve a refugiarnos entre nosotros, como los corderos se refugian en  la profundidad del rebaño del ataque de los lobos.
       -Y ahí entra el Face.
       -Eso es. De ahí nos viene buena parte de nuestra necesidad de comunicarnos. Buscamos el refugio de la manada. No importa qué digamos, qué pensemos o qué escribamos; lo que importa es que en la otra parte de la ventana haya alguien como nosotros, que nos reciba y conteste. Ya no estamos solos en la soledad, sino que al menos somos un punto más de los que llenan el espacio vacío. Somos, juntas, millones de soledades. Y ya se sabe que en la inmensidad del espacio las estrellas y planetas por la misma razón se unen en galaxias.
       -¿Y vais a estar así siempre? ¿Será cierta alguna vez esa imagen tópica de dos personas que estando juntas se hablan mediante el face?
       -Seguramente tendemos a eso, Nora. O eso o que alguien venga a salvarnos de nosotros mismos.
       -¿Esperáis que el Facebook se haga carne y habite entre vosotros?
       -¿Sabes? Antes las cosas eran más fáciles. Pero los humanos tenemos la rara virtud de complicarlo todo, de ponernos piedras en nuestro propio camino. Fíjate que ahora que se habla tanto de crear empleo, las nuevas tecnologías no hacen más que prescindir de gente. Acabo de pasar tres estaciones de peaje de autopista en las que no trabajaba ninguna persona. Luego he repostado en una gasolinera abierta 24 horas donde tampoco trabajaba nadie. ¿Dónde están esas personas?   Vamos a los bancos y te dicen que para eso que necesitas no hace falta que vayas que lo puedes hacer por Internet. Qué así te evitas las colas. Nadie quiere gente. La gente molesta.
       -En cambio...
       -En cambio por el face es distinto. Es un mundo cálido y acogedor, donde te juntas con otras personas para charlar de lo que sea con grandes y efusivos gestos de alaaaaaa, jajajaja, jijijijiiii, qué guapaaaaa..., me gusta y esas cosas tan humanamente halagadoras, cálidas y confortables.
       -¿Eso es un mundo cálido y acogedor?
       -Así es. A la vez que universal. Es, como tú dices, el Facebook hecho carne y habitando entre nosotros. ¿Qué haríamos sin el face? ¿En qué hombro lloraríamos? ¿Quien nos escucharía? ¿Con quien compartiríamos nuestras vidas?
       -Padre, Hijo, Espíritu Santo.
       -Shiva, Brahma, Visnú.
       -Facebook, Twitter, Whatsapp.

       El cambio de los tiempos.
     




1 comentario:

  1. Dios mio!!!es para preocuparse...Crees de verdad que en algún momento nos vamos a comunicar sólo por el face???A mi modesto parecer sería terrible para la humanidad. Todo el tinglado del Face se puede convertir en el peor cuerpo de espias de la historia. No entiendo como a algunas personas les va la vida en ver todo lo que está ocurriendo en el Face, a mi me parece muy triste. Tampoco entiendo que publiquen alegremente todo lo que ocurre en sus vidas, que esperan recibir? un me gusta, una carita sonriente...La soledad seguirá en sus vidas, aunque publiquen o miren lo que escriben sus "amigos", al apagar el ordenador seguirán estando solos...Dónde están esas tardes de tertulia con los amigos reunidos en algún café, en algún parque??Para mi es mucho más importante la proximidad con las personas que escribir unos cuantos me gusta en un lugar en el cual nunca sabes que personas van a leer lo que tu escribes... Que complicaciones nos traerá esa santísima Trinidad: el Facebook, el Twitter y el Whatsapp......

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