viernes, 24 de enero de 2014

EL SECRETO DE LA ETERNA JUVENTUD, O ÑOÑERÍAS.COM

                                   


     Entré a la panadería, cafetería, repostería, churrería y barería, de esas que hay en todos los barrios donde solo falta vender botones, y estaba todo lleno de mamás que acababan de dejar a sus hijos en el cole.
     Mientras yo tomaba mi café con leche las escuchaba. Antes, las mamás hablaban de cosas de mamás, de la vida, los hijos, el mercado, los maridos… Cosas serias. Pero aquellas madres, unas cuarentonas y otras más jóvenes tenían una conversación sobre si me agrega este o esta, o si me mandó solicitud  de amistad, y mira tú que yo no quiero porque luego…,  que si el mensaje y el wass…
      Por un momento pensé que eran los hijos los que estaban allí y las madres habían entrado al colegio. Pero no. Eran las madres.
     Fuera, los padres, fumaban y no andaban muy lejos de la conversación, aunque no es lo mismo que las señoras, que la cosa del palique les encanta. Es como si las mujeres, que sí, que son de Venus, les hubiesen dado el mejor regalo de su vida, una ocasión para el chismorreo universal. Y así están todo el día con el facebook, el wass, el mensaje y la cosa. Hay gente que se pasa materialmente el día en el face viendo qué ponen y qué cuentas las demás.
     Fui a mis cosas y volví por allí a la hora de salir los niños. Los pequeños porque son pequeños, pero la mayoría ya lleva móvil en la cartera, pero los chicos mayores de la secundaria o como se llame ahora, una vez en la calle, nada más poner el pie en la acera, sacaban el armamento, o sea el móvil, y mensajazo va, mensajazo viene, que si mira este, que si le mando la foto, que si el waas, que si…
     Comprendí de pronto porque en España, con todo lo que sucede, con la sinvergonzonería que hay y, como se suele decir, con toda la que está cayendo, no se mueve nadie. De pronto, un país de algo más de 46 millones de personas, se encuentran estancadas en la adolescencia unos y la pre-adolescencia otros. Pero que nadie avanza. Todo el mundo joven
Hemos encontrado el secreto de la eterna juventud. Estamos tan metidos en los móviles con todas sus inmensas posibilidades de comunicación, que no hacemos más que comunicarnos. Y como no sabemos qué decir, pues comunicamos tonterías. No hay más que echarle un vistazo al facebook. Ya sé, no hay que generalizar, pero óiganme, son muchísimas, pero muchísimas las personas que pasan la vida sentado en la ventana de su casa, llamada internet, mirando lo que hacen los vecinos. Igual que nuestras abuelas, pero con ordenador, o cualquier tipo de pantallita
     “Hoy me he comido una ensaimada”
.      Zas, foto.,
      “Pues anda rica, si lo que no mata engorda.
     Zas, mensaje.
     Pues yo sé de unas ensaimadas que hacen que… bueno
     Zas, mensaje
     Pues me voy a trabajar. Jo, que pereza, tener que ir ahoraaaaaa jooooooooo.
     Zas facebookaje.
     Pues me he hecho un peinado  nuevo.
     Zas, otro facebookaje.
      Jo que guapa.
      Zas.
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      Me comprado unos zapatos.
     Zas, foto.
    Qué chulos.
    Anda que guapas vas a iiiiiirrrrrrrrrrrrrrrr jajajaja
    Y luego dice que  no hay pelassssssssssssssss
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   El pinterest.  Las magdalenas, los cuadritos las telitas, y un millón de chorradinas más que    tienen a media humanidad, de ella una buena parte de españoles/as ocupados cada día.
Qué lejos nos quedan el 26% de parados, la subida de la luz, las injusticias, los abusos, las estafas… estamos muy ocupados. Han conseguido lo que querían, un pueblo jovencillo, de cero a 90 años, sumido en una permanente adolescencia, caído en las redes sociales. Que ahora entiendo por qué se llaman redes sociales. Que acertada es esa palabra.
No entendía yo por qué los técnicos llaman consumibles a los programillas que hacen cosas. Y por qué a las tabletas, que ahora son la moda, les llaman así. Y ahora lo entiendo. Las tabletas son para consumir chorradinas. Los pc, además de las chorradinas te permiten crear. Pero a la mayoría no le importa crear, sino ese programita que hace efectos en las fotos, ese otro que añade no se qué, ese otro de juegos, ese otro…  La consecuencia es que las “tablets” joder, que palabra están de moda. Claro. Muy claro. Los consumibles. Y no paran de salir.

     España limita al norte por el Waas, al este por el pinterest, al sur por el face, al oeste por Twiter… .

     ¿Cuál es el rio más largo de España?
Mmmmm no sé voy a ver quién me lo dice por el wass…  le mando la pregunta a mi grupo.
   
 ¿Qué son los números primos?
Na, el señor dijo que hermanos, de primos nada. 
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 ¿Cuál es la fórmula de la longitud de la circunferencia?
Lo voy a preguntar en el face a ver.
Unos dicen que eso hace tiempo que no lo ven. Otros que qué clase de circunferencia es. Que a lo mejor la cuadrá no   es lo mismo. Otros si esto es una encuesta.
Y otro que te vayas a marear a otra arte.
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Lo dicho. Siglos buscando la fuente de la eterna juventud, y de pronto, sin movernos de casa, llevándola incluso en el bolsillo, nos la han puesto. Y así estamos todos, hechos unos jóvenes y “jóvenas.”
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lunes, 13 de enero de 2014

EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA PACHORRA

                                    

          Dicen los que saben de estas cosas que  hay tantos cristos y vírgenes, que al final el Cristo y la Virgen han desaparecido del relato evangélico diario.  Dicen los que saben de estas cosas que Jesús, el Cristo, no reconocería a su madre entre tanta virgen, con tanto manto, tanta vela y tanto nombre, y tampoco la Virgen encontraría entre tanto cristo, enredado en tantas y tantas cosas,  con tantas compañías extrañas, camuflado entre tantos apellidos, a su hijo. Y es que a las cosas, cuando se le añaden tantos apellidos, tantos perifollos, tanto altar, tantas velas, tan altos mirares y decires… se retuercen de una forma que ya no se sabe si van o vienen, si suben o bajan, si es carne, pescado, o coliflor rebozada. Se convierten  en una paella con más pollo que arroz. Será un pollirróz, mas no paella. O tal vez nada.
          Esto es a propósito de la política española, que está hecha un Cristo. Un Cristo doliente. Todo el mundo habla, todo el mundo opina, todo el mundo dice lo que debe ser España, todo el mundo intenta que esto sea un calzado para todos los pies, todas las hormas, todas las tallas, todos los tiempos, todas las modas, todas las mañas… Así es España. Un cristo que con tantos apellidos, deseos e intenciones ya no sabe uno lo que realmente es, lo que piensa, lo que dice, lo que siente, si padece hambre o sed, si sufre o goza, si canta porque está triste o si llora porque está alegre o… simplemente calla, atónita ante sus hijos que la aborrecen y maltratan.  Esto es un auténtico desmadre, uno más entre los miles de ayes que los votantes expresan  ante las calamidades. Unos visten al Cristo de rico, otros de pobre, otros le ponen el nombre de su barrio, unos lo dedican a la vida y otros a la muerte, unos lo llevan al frente cual heroico mártir y otros le sientan a su mesa para que sea cómplice de sus desmanes, unos quieren sacarlo de la biblia, y hacer de él una feria ambulante, y otros callan mudos, para que el Cristo no hable.
       La santa cofradía del gobierno, elegida por mayoría absoluta, hace bien en estar tranquilo. Nada ocurre, nada pasa. Todo son palabras, desfiles, procesiones, títulos de portada, fotos a montones, ruidos a mansalva. El santo cristo catalán no es el mismo que el santo cristo vasco, y este tampoco es el mismo que… Los otros, que vendrán, y con toda lógica seguirán, poniéndole nombres y más nombres a este cristo España, que ahora, como muy bien decía el histórico, ha perdido la intención, la fuerza y la voluntad y no la conoce ni la madre que la parió aunque fuera maña.  Pero el gobierno no dice, no sabe, no se mueve, no se inmuta, no habla. A eso se le llama temple o… estafa. O quién sabe si el gobierno también tiene su propio cristo, el Santísimo Cristo de la Pachorra, y por eso su mandamás, que cada vez manda menos, no hace nada, deja que la voz cantante la lleven los otros. Y digo voz, y digo cantante, porque son los que suenan, los que llevan la iniciativa, los que tienen la palabra. Demasiado templado este gobierno. Está bien que no haga, pero que no pase día sin decir y recordar, una y otra vez, que llegado el momento, y en su mismo instante, tienen la santísima  obligación, porque la constitución les obliga a ello, de emplear todos los medios que la misma les manda, para deshacer tanto despropósito, tanto encallanamiento, tanto descaro, tanta golfería y tanto mantra.  Porque parece siempre que el que más habla, el que más flores trae, el que más mantos lleva al cristo, o a la virgen canta es el mejor y más creyente, el que dice la verdad y más la siente, el que  si divide es porque el cristo, su cristo,  asiente y la madre que la parió ya ni le aguanta.
       Propongo pues un nuevo cristo para toda España, y que su ministro Rajoy, le cante las saetas que le obligan en Semana Santa, que el Cristo de la Pachorra ya tiene en él su primer devoto, el Hermano Mayor de la Cofradía de la Desgana.


miércoles, 8 de enero de 2014

NORA Y EL HOMBRE TECNOLÓGICO


         Gracias a la programación televisiva navideña, particularmente repulsiva y ñoña, Nora y yo nos dispusimos a ver alguna peli de nuestra pequeña colección.  Hacía poco que habíamos visto por trigésima vez esa obra  magnífica  y aparentemente sencilla que es El Hombre Tranquilo. Revisamos todas las películas del disco duro y descubrimos que ya estaban vistas hasta la nausea; pero pasé los ojos por una a la que  Nora señaló con insistencia: 2001 una odisea en el espacio. Ella, qué casualidad, no la había visto.
        —¿Esa? Humm… no sé si te gustará. Yo la he visto un montón de veces y me cuesta entenderla. Algo me aclaro en un momento, pero poco después se me abren otros horizontes y acabo por perder el sentido de la peli, quedándome como al principio. Porque está claro que el señor Kubrik quería decir algo.
       Nora insistió, tal vez por mi incapacidad para entender la peli, en que la viéramos, así que allá que fue la cosa. Yo repantigado en el sofá, y Nora tendida a mi lado con sus ojos pegados a la pantalla.
      Se sucedieron las escenas. Aquella magnífica de los primates fue la primera, que acabó en la más extraordinaria  elipsis que se ha hecho en la historia del cine, cuando el hueso, ahora herramienta, es lanzado al aire y de él la elipsis nos deja en el lejano futuro, ya en plan presente, de una nave espacial. Maravilloso, desde luego. Nora no quitaba ojo de la pantalla y se la notaba analizando cada escena. Me parecía que la peli era más que una peli para ella; era un reto.
     Las escenas del monolito fueron especialmente intrigantes. Sus ojos brillaban y de vez en cuando me miraba a mí. Yo me hacía el distraído no quitando los ojos de la pantalla, pero siguiendo todos sus movimientos. Era evidente su reto intelectual.
       El conflicto con el superordenador de la nave, el famoso Hall 9000, la cautivó por completo y no se apartó un segundo de la pantalla. Y luego, las escenas en que se muestra al astronauta superviviente en otra dimensión, que se ve a sí mismo envejecido, contempla su propia muerte y el nacimiento del bebé…
      Estaba claro que la película la había cautivado, pues al terminar me miró satisfecha y me dijo en un tono desafiante:
       —¿Y no entiendes la película? Está muy bien hecha, desde luego.
    —Bueno, sigo sin saber muy bien qué es ese monolito. Si es que el produce el cambio en la inteligencia de los primates enviado por alguna “inteligencia superior” o…
    —Yo creo que esa cuestión no es importante. Podría ser más bien un observador. Fíjate que si realmente una inteligencia superior hubiese querido intervenir en la evolución, lo hubiese hecho sin más, pero aquí interviene un elemento, que es desde mi punto de vista el auténtico favorecedor del cambio: el hueso, convertido en herramienta. Y efectivamente, son las herramientas, a diferencia del resto de animales, lo que os ha distinguido y aun os distingue. El uso de herramientas es el que ha favorecido todos los cambios físicos e intelectuales. Tenéis herramientas para todo. Sin las herramientas... no sé yo donde estaríais, hasta el punto de que la dependencia de ellas os ha esclavizado. Y lo que es peor, le tecnología, como no pongáis remedio al asunto, acabará con vosotros, que es lo que intenta decir en la peli con la cuestión del superordenador, que el pobre se pregunta:¿pero para qué quiero yo a estos individuos si me basto yo solo para todo? Ni siquiera pueden viajar sin estar dormidos. Así que decide acabar con ellos. Simplemente cree que no le hacen falta. En cambio la lúcida decisión del astronauta, y con un simple destornillador, acaba con su vida, algo que Hall no podía ni imaginar.
     Por lo pronto date cuenta de la cantidad de puestos de trabajo que se pierden cada día porque la “modernidad y eficacia” han traído máquinas que lo hacen mejor; no piden vacaciones, ni pagas extraordinarias, no tienen sindicato ni hacen huelgas. Trabajan, esto es, producen riqueza a su poseedor las 24 horas al día… Es un invento que lleva a la autodestrucción. Pon ejemplo de una gasolinera actual. Un solo individuo lleva la gasolinera, la tienda, cobra, vende el pan, pone gasolina… Ni qué decir de las cadenas de montaje, donde los ordenadores lo hacen prácticamente todo. Así que creo yo que si bien la tecnología es la que os ha hecho progresar, también va a ser la que os destruya. De ahí que en la película el protagonista contemple su propia muerte y vejez. En ese momento él encarna a toda la humanidad, y está viendo como desaparece  convirtiéndose en un ser inútil devorado por la tecnología. De modo que hace falta el nacimiento de un nuevo ser, y esa es la parte final de la peli, cuando un niño, el niño de las estrellas, liberado al fin de las limitaciones humanas, alcance el verdadero progreso, que no es la búsqueda desesperada de la riqueza, sino otra cosa más bien. Es el nacimiento de un hombre nuevo. El hombre de la luz, el de las ideas, el de los sentimientos, el hombre que al fin verá al otro como su prójimo, no como a su enemigo, ni su esclavo, ni el productor de sus bienes.
     No sé cuando el hombre se dará cuenta de que la humanidad es una, y que o se salva la humanidad, o perece.
¿Tú qué dices?