Decía Chesterton que el mundo se ha polarizado entre
“progresistas” y “conservadores”. Los “progresistas” juegan a cometer errores y
los “conservadores” a no corregirlos.
Y Ese es un problema que en España vivimos
cada día. Y se me ocurren dos refranes marinos para explicar la cosa. Uno dice: A
barco desesperado, Dios le encuentra puerto.
Yo espero que el puerto que nos encuentre
dios no sea el cementerio de países muertos.
El otro dice: A
barco nuevo, capitán viejo.
Este está muy claro. Ni Pedro, ni
Pablo ni Albert tienen ni puñetera idea de la complejidad de un país, pero sí
pueden dar energía para realizar todos los cambios que el país pueda necesitar y que hasta el momento no se han podido corregir.
Necesitamos futuro, cerrar el pasado y trabajar en el presente para conseguirlo.
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