sábado, 15 de agosto de 2015

SER O NO SER

   Resulta cansado, y hasta repulsivo, leer los periódico, ver los canales de TV anti-PP, la radio idem, y siempre de fondo la ecuación España + fracaso = PP. Ahora se quiere cambiar la constitución para que se acomoden mejor unos y otros, ahora no cumplimos estas leyes, o no queremos ajustarnos a tal presupuesto, ahora queremos independizarnos, ahora… Estoy cansadísimo. O como decía don Estanislao Figueras, presidente de la primera república: estoy hasta los cojones de todos nosotros.

   No descansamos ni en el descanso. Nos someten a una presión constante, y el fondo de todo está, no la idea de mejorar España, sino la de ver cómo puedo yo, partido, grupo, señorito, o quien o quienes sean, vivir mejor a costa de los demás. Tener más poder, más privilegios, menos control y poder enchufar a los amigos y llevárnoslo mejor. Dan ganas de decir marchaos, cerrad la puerta y no volváis jamás. Y no eres tú quien quiere marcharse, soy yo quien quiere que te vayas. Ya no eres tú quien no quiere cumplir el déficit, soy yo quien no quiere que lo cumplas y que reviente todo de una puñetera vez; y no son ellos los que no quieren cumplir la constitución, la Lomce o lo que sea, es que soy yo, quien piensa ya que lo mejor es que no haya constitución, ni país, ni leyes, ni orden, ni gaitas. Vivamos como en los orígenes, cada uno en su cueva, vigilando que los de la cueva de al lado no nos roben el fuego.

   Hemos tenido dos largas temporadas de gobiernos de izquierdas (si es que el POSE es de izquierdas, cosa que habría que estudiar bien), que han dejado a España, o como se llame este solar, en la ruina. Y dos gobiernos de derechas que nos han sacado de ella, y mal que bien, bien que mal, a trancas y barrancas, pero hemos logrado salir. Pero de nada sirve el ejemplo. Impasibles al ademán, con mucha más fe que los religiosos más fanáticos, algunos se empecinan una y otra vez en tropezar con la misma piedra. ¿Por qué? ¿Cómo es posible? Pues está claro. La rebeldía es un negocio. Es tal ya la clientela que milita y debe su vida a tantos partidos anti- España, politiquitos, amén de periodistas y familiares a millón, que haga lo que haga el PP jamás será reconocido porque las habichuelas, e incluso algo más, mucho más, les va en ello. Haga lo que haga el PP. De ahí que no lo consideren adversario político, sino enemigo. De ahí el todos contra el PP. Defienden su mamandurria. Ni aun cuando resucitara a los muertos. De modo que  el mal es muy profundo, y las ansias de mariscadas y mamandurrias son muchas. Hay mucho gusano que vive del pus, de la carne podrida, y que tiene mucho empeño en que se pudra todo. Ya se sabe que a rio revuelto ganancia de pescadores. Y en la política hay muchísimo pescador. Da igual que todo se vaya a la mierda, si sobre esa mierda mando yo.

   Qué cansancio, por dios. Dan ganas de encerrarse y no salir,  llenarse la vida de libros y buen cine y ausentarse de la vida real para vivir otra al margen de todo y de todos hasta que digamos a dios a tanta cansina gilipollez, tanta mamandurria,  tanto a ansioso de poder y tanto canalla.
Y como si la corrupción fuera caso único del PP, no cesan de airear y clasificar ya de forma sentenciosa: el caso Púnica, la Gürtel, el caso… el caso… el Prestige… el… Como si los socialistas no tuvieran a más de doscientos implicados en corrupción, de tres a cuatro mil millones de euros desaparecidos, con más de treinta años corrompiendo la manzana andaluza, o la catalana, etc. etc.
Son legión los periodistas trompeteros de cada caso de corrupción en las filas del PP. En cambio los otros, ni se oyen. Los periodistas también se han vendido. Y luego hablan de erradicar la prostitución. Definamos qué es prostitución. Me parece que las señoras que se venden por dinero son mucho más honradas que los que nos venden a todos por la misma cuestión. Hay mucha prostitución en la política. Esa es la madre del cordero, y de esa prostitución viven muchos a costa de todos.

   De modo que no podemos vivir en paz y preocuparnos de las cosas importantes de la vida. Ahora los okupas, después los bustos del rey, luego los nombres de las calles, a continuación no a la LOMCE, luego… El día de Castilla, el día de Cataluña, el de Galicia, el de Andalucía… De todo menos el día de España. Esa no, por favor, que es fascista y nos tiene a todos oprimidos. Uf, si ustedes supieran. Esta mañana ya he remado como esclavo en el trirreme desde Barcelona hasta Cartagena. Y luego he ido a levantar pirámides a Egipto. Hecho un esclavito me tiene esta maldita España. Hay que acabar con España. Puta España, decía aquel, haciéndose  merecedor de medallas.
Viriato,¿ por qué te fuiste, campeón? ¿Quién traicionó a Viriato? Sus compatriotas de entonces. Como los de ahora nos quieren traicionar a todos. Pero no tenemos ya una Roma          que nos diga aquello de… Roma no paga traidores. España en cambio los perdona, los aguanta, los sufre paciente mientras la maltratan. Qué fuerte es España.
Y qué pésimo invento fue el de las autonomías. El peor invento que ha tenido España desde las guerras viejas de los tiempos viejos. Sembramos la manzana de gusanos que reclaman cada uno su parte, y no les importa que la manzana se pudra o se rompa. Y en cambio, cuántas cosas por hacer, cuántas decisiones que tomar, cuántas leyes que cumplir…Ahora queremos cambiar la constitución, porque no la cumplen. Ellos no la cumplen. Una vez más, arrastrados por el suelo, sin saber si vamos o venimos, haciendo círculos que una y otra vez nos devuelven al punto de partida.


   Ser… o no ser. Si supiéramos lo que somos, tal vez podríamos trazar líneas rectas en las carreteras de nuestra historia y avanzar... Avanzar malditos, dejadnos avanzar.

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